Después de una crisis lectora de libro, y nunca mejor dicho, vuelvo al redil, con mas relax, eligiendo mucho los libros y dándoles el amor que se merecen, ya que en los tiempos que estamos tenemos que darles mas amor y elegir bien lo que leemos.
He tenido la suerte de salir de la crisis con “Siempre nosotros” de Silvia Sancho, y es que he disfrutado tanto del libro, ha sido como una montaña rusa de emociones, y o una de dos, o me meto en otra crisis porque solo pienso en este, o cojo carrerilla.
Siempre nosotros nos trae la segunda parte de la saga “La fuerza de los elementos”.
Volvemos a tener a Vega y John, pero esta vez con escenarios distintos que hacen que te enamores mas de ellos dos, como amor y como amigos.
De primeras tenemos a Vega intentado olvidar el amor de John y queriendo olvidar todo lo que vivió con el, y eso hace que nos vayamos con ella a un campamento y nos haga meternos mucho en esa historia y el tema que guarda, y como una ONG puede hacerte distraerte de lo que es tu vida porque cuando toca ayudar a otros parece que tus problemas son menos. Pero hay veces que el destino nos juega malas pasadas y nos encontramos más de bruces con la realidad.
John también se encuentra en una encrucijada después de todo lo que paso en New York con Vega, y como el hombre de cera que es le cuesta más expresar todo lo que lleva dentro, pero al final John es John, y todas sabemos que tiene un pedazo de corazón.
Vamos viendo como durante la historia sus caminos se van entrelazando una y otra vez y como disfrutas leyendo cada vez que se ven, hablan o simplemente se sienten en una terraza, cada segundo con ellos es una maravilla de leer.
No hay que olvidar en este libro los secundarios que en ocasiones te quedas como – ¡eh! que quiero mas!
A mi ha sido un libro que me ha encantado todo de el, como todo al final vuelve a su sitio, como te enamoras de sus personajes mas y mas cuando avanza la historia, como te da pena acabarlo y te quedas como ¿ya?
Y acabe riendo mucho y llorando porque te pone los sentimientos a flor de piel.
Gracias a su autora Silvia Sancho por hacerme parte de esta historia y regalarnos a toda tu pluma. Sigue haciendo magia el mundo necesita más de ella.
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