sábado, 22 de diciembre de 2018

Memorias de una salvaje

Memorias de una salvaje
Autora: Srta. Bebi
Editorial: Planeta


Sinopsis:

K tiene 19 años y una vida un tanto peculiar. Cuando su padre es asesinado en un ajuste de cuentas, se ve obligada a compaginar sus estudios con un trabajo muy poco convencional: el de recepcionista y chica de los recados en un local de alterne clandestino. Bajo la amenaza de los proxenetas y la asfixia de la deuda, vivirá de cerca los horrores que el sistema de la trata de mujeres conlleva. La experiencia la llevará a gestar una metamorfosis que marcará su paso de la adolescencia a la edad adulta.
Las mujeres que allí conoce y la violencia intrínseca al mundo criminal —que también sentirá en sus propias carnes— hará que comience a pensar en defenderse. Para ello acudirá al club de boxeo de Ram, un chico al que la violencia de género también le ha marcado la vida. Pese a las corazas que ambos portan, la curiosidad de este le llevará a interesarse y preocuparse por ella hasta hacerla pensar que quizá sí existan los hombres que aman a las mujeres.
Pero un desafortunado suceso hará que las luces de neón comiencen a parpadear.

Crítica:

Conozco a Bebi desde sus inicios en Twitter en 2011 si no me equivoco. He seguido su trayectoria, maravilla os lo aseguro, porque desde el anonimato y sin vender sus principios, ni venderse por privilegios, ha conseguido concienciar y movilizar a miles y miles de chicas, en su mayoría. Sobre todo, ha conseguido que cuestionen absolutamente todo.

Tuve la suerte de conseguir regalarle mi libro (Alma revolucionaria) a Bebi, y terminé de enamorarme de ella porque me aseguró que aprendería mucho de él. Y eso es lo que he hecho yo con Memorias de una salvaje. Llevas razón Bebi, nadie quiere oír la  historia de una puta. Nadie quiere escuchar el sufrimiento ajeno porque siempre giramos la cara ante una injusticia. Pero el mundo necesita gente que las escriba.

En todo momento he sentido el miedo y la ansiedad de Kassandra. He admirado su valentía y su fortaleza. Pero sobre todo me he sentido agradecida porque me ha enseñado un mundo que en su mayoría desconocía. Aunque todas hemos sido Katia, Maisha, Bruna, Polina, Marcela y Aleksandra, y muchas veces hemos querido alzar la voz y no hemos podido por el miedo. Su sororidad es lo más grandioso de este libro. 

Kassandra también nos enseña y aprende, que hay hombres con patrones de conducta no heteronormativos a pesar de sus vivencias y de criarse en un entorno marcado por la violencia de género. Gracias devolvernos la fe.

Llevabas razón esto no es un libro, es un golpe de la vida, y ahora soy más salvaje.



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